domingo, 3 de mayo de 2015

3 de Mayo 2015: "Estoy muy enamorado"... Sujk


Ryosuke Andou
[SMS]: ¿Interrumpo su trabajo? Bien, no importa. Debe de leer este mensaje, joven. He llegado a casa, también estuve trabajando, solamente mañana tendré descanso, ¿puedes creerlo? Hoy no te vi en la compañía. Espero que termines pronto todo y vengas a casa. ¿Has comido de manera decente? Espero que sí, nada de dejar pasar las comidas, de por sí estás bastante delgado, no quiero que desaparezcas.
Por cierto, amanecí de mejor ánimo, creo que muchas cosas se juntaron y hubo un momento en que exploté, es normal, ¿cierto? Igual quiero hablar contigo de un asunto, aquel que te dejó intrigado. Pero solamente te comentaré eso si es que se da el tiempo.
Espero verte más tarde, regresa a casa con cuidado. Yo estaré con Waccha, no hay trabajo pendiente, así que supongo que me quedaré un rato viendo televisión.

[SEND]


Yuuto Shinji
No había tenido el mejor de los regresos a casa... Le habían hecho enfadar justo al momento de que se le había ocurrido pasar a comprar alguna golosina para ese hombre que le esperaba en casa y que, sinceramente, esperaba se encontrase de mejor estado de animo, ya que temprano por la mañana se había ido al trabajo con ese pendiente de "Algo no esta bien con sensei", puesto que el mensaje de texto de la noche anterior le había dejado más que intrigado... Un bote de helado de chocolate le podría caer a la mar de bien a su baterista ¿cierto? Encima recordaba que en el refrigerador tenían una botella de chocolate líquido y pues... Seguro que con eso conseguía hacerle confesar.

Ya se encontraba en el pasillo del edificio cuando el mensaje de su novio llegó... Caminando lentamente hacía el domicilio que ahora ambos compartían, fue que consiguió ir leyendo el contenido... ¿Sería que de verdad se encontraba mejor? Todavía no estaba muy seguro de creerse aquellas palabras... Igual terminó por sacar las llaves de su pequeña maleta de trabajo para entrar a su hogar temporal. - Comí bien y decidí ser bueno trayéndote un postre, sensei. ¿En donde se supone que estan ustedes dos? - Se aseguró de hablar en un tono de voz lo suficientemente alto como para que humano y felino pudieran escucharle ahora que se encontraba descalzándose en el recibidor.
   

Ryosuke Andou
No tenía mucho rato que de había instalado en el sofá más grande de la sala. Waccha estaba acostado sobre su pecho, y él estaba de igual manera pero en el sofá. Vaya día, estaba que daba gracias por tener un respiro.

Apenas había terminado de enviar el mensaje aquel, cuando de pronto la puerta del departamento se abrió y Waccha bajó corriendo para recibir a la persona que había llegado. Era Yuuto. — Acá. — Respondió sin el afán de levantarse, solamente levantó la mano para que el menor pudiese guiarse hasta donde él estaba. Menos mal que su novio había llegado temprano.


Yuuto Shinji
- Bebé... - Susurró muy bajito en cuanto Waccha fue a recibirle en el momento en que estaba reincorporándose para andar hacia la sala, solo cuando alcanzó a ver la mano de sensei moviendose en el aire fue que realmente comprobó que ahí se encontraba el otro. - ¿Hum? ¿Y qué se supone que haces ahí tirado? - Preguntó asomándose por el respaldo del sofá donde Sujk estaba recostado, en brazos llevaba a Waccha. Solo por hacer la maldad, se quitó de encima su maleta y se la dejó caer en el pecho a su novio. - Traje algo para ti, viejo. - Anunció, pero para esto ya iba de camino a la cocina... se lavaría las manos y serviría helado para dos.


Ryosuke Andou
— Estoy pensando. — Respondió cuando su menor le preguntó aquello, una leve sonrisa se surcó en sus labios al verle allí, recargado sobre el respaldo del sofá. — ¿Qué...— "Cosa" iba a preguntar, pero entonces, la maleta del meno cayó sobre su pecho,haciendo que sus palabras se quedasen a medias y frunció el ceño para luego incorporarse poco a poco a hasta quedar sentado. — ¡No son modales para saludar a alguien! — Alzó en tono de su voz con reproche.

   
Yuuto Shinji
- Tú no me has enseñado a tratarte con modales, viejo. - Dos tazones pequeños y la cuchara para helado. Si, Sujk tenía una cuchara para helado en casa... era obvio que el hombre acostumbraba a comer postres a diestra y siniestra. Un par de bolas de helado y encima del de sensei dejó caer un poco del chocolate líquido que encontró en los compartimentos de la puerta del refrigerador. - ¿En qué pensabas entonces? - Preguntó una vez que llegó de vuelta a la sala y sentándose en uno de los brazos del sofá que Sujk ocupaba, solo así le entregó su porción de helado. - Vamos, perdona a este malcriado y comete eso.

   
Ryosuke Andou
— ¿Yo? Ahora resulta que es mi culpa. Tú venías incluido sin modales. — Rezongó desde su lugar. Cuando por fin estuvo bien sentado, deslizó aquella liga de cabello que tenía en la muñeca y se dedicó a amarrar sus hebras castañas en una coleta como lo acostumbraba. Menos mal, su cabello ya estaba al nivel que le gustaba. El menor llegó ofreciéndole... ¿Helado? Bien, helado de chocolate con jarabe del mismo... ¿Podía pedir más? — En muchas cosas. — Medio sonrió y se llevó una cucharada enorme de helado a la boca.


Yuuto Shinji
¿Qué venía incluido sin modales? Solo se encogió de hombros para restarle importancia al asunto. Llevandose una cucharada de helado a la boca, se quedó contemplando los movimientos de sensei... Revoleó los ojos. ¿Por qué debía de sujetarse el cabello? Justo ahora que le encantaba contemplar el largo que este había adoptado en el último tiempo... Desvió la mirada un par de segundos y luego sensei hablando volvió a llamar su atención. - ¿En qué cosas? En el mensaje decías que querías tratar un asunto conmigo... - El tono de voz cambió, él lo notó y esperó que sensei no se diera cuenta de que había adoptado un timbre de preocupación. Con cuidado se dejó caer del brazo del sofá para quedar correctamente sentado en este.

   
Ryosuke Andou
No respondió a la pregunta del menor, porque estaba bastante entretenido en comer ese helado que ya iba más de la mitad. Bien, no era un asunto para alarmarse, puesto que el tono del menor se escuchaba preocupante. Pero venga, había estado pensando mucho los últimos días... — En cosas... — Quiso hacer tiempo, dejó el recipiente de helado en la mesilla de centro y juntó sus manos para recargar estas en su mejilla. De ese modo, fue que se dejó caer sobre el regazo de su menor, ahora sus manos eran una especie de almohada. Parecía un niño... Pero poco le importaba. — Qué bueno que estás aquí... — Susurró con una leve sonrisa, tan leve que le hizo suspirar.

   
Yuuto Shinji
Quería reclamar por una respuesta más seria, pero aún estaba terminando de degustar su helado cuando sensei se dejó caer sobre su regazo. - Lamento no haber estado aquí anoche... - Respondió como en automático. Sin importar tener que inclinarse un poco por encima del cuerpo ajeno, colocó su recipiente de helado a medias sobre la mesa para volver a sentarse correctamente... De manera extrañamente natural, comenzó a jugar con la playera de sensei... Su mirada se perdió al frente. - ¿Me vas a seguir dando rodeos con respecto a esas "cosas" que mencionas?

   
Ryosuke Andou
— No te preocupes, yo estoy bien. Estuve bien, de hecho... Waccha es bueno escuchando problemas. — Rió en automático cuando mencionó la ayuda de su felino. — Mi semana no fue buena, tuve muchas cosas que dejaron así. Tanto en el trabajo como en casa, es imposible soportar que tengas tan mala racha; yo sí debí haber sido un asesino en mi otra vida. — Algo de humor para situación, no le venía nada mal. Tan sólo se quería desahogar un poco con lo ocurrido días atrás. — Reviví muchos recuerdos, tuyos y mios. Desde esa primera noche que nos encontramos, hasta nuestra primer pelea. No sé, me di cuenta de que... aquello pasó por algo, para darme cuenta, de que, a pesar de todo, ambos seguimos aquí, como si nada hubiese pasado. Me alegra mucho tenerte después de todo lo que pasó. — Terminó confesando aquello. Todo era verdad, Yuuto, era una persona bastante comprensible, y se ponía a pensar: ¿Sí fuese otra persona? En la situación que pasó, no hubiese comprendido...

   
Yuuto Shinji
Frunció los labios luego de que sensei bromeara respecto a ese que en el otro sofá ronroneaba tranquilamente. Revoleó los ojos cuando utilizó esa broma que él acostumbraba a utilizar en cuanto al asunto de las "otras vidas"... pero las expresiones de fastidio desaparecieron instantáneamente y clavó la mirada en la de su pareja... ierda, mierda, no se le podía estar acelerando el corazón ahora mismo ¿o si? bien, si que se podía, pero... por qué luego de tanto tiempo saliendo con Sujk... ¿por qué no conseguía tranquilizarse cuando el mayor le confesaba cosas de ese estilo? - Yo quiero seguir aquí por mucho tiempo... - Respondió con voz ronca. Avergonzado llevó una mano a cubrirse los ojos mientras se reía discretamente de lo que acababa de decir. - Es decir... - Se aclaró la garganta, sin atreverse a mirarle todavía. - Tú hiciste que me quedara y le diera la oportunidad a este tipo de lugares... eres importante ¿si? y a estas alturas no se si pesa más mi pasado contigo o... - Lentamente esa mano fue deslizandose hasta medio cubrirse los labios, lo suficiente como para poder seguir hablando y mirarle de nuevo... nervioso, temeroso a saber de qué. - O los planes que tenemos a futuro juntos.

   
Ryosuke Andou
Para cuando el menor habló, su sonrisa se ensanchó más si se podía. Le encantaba cuando Yuuto decía esas cosas a su modo de pensar, y luego se corregía para no dejarse en evidencia, lo cual era un fracaso, puesto que era más evidente que él en algunas ocasiones. Trató de acomodarse sobre el regazo de su pareja; ahora las piernas de Yuuto eran su almohada. Observó con mucho detenimiento toda acción de su menor, hasta que un suspiro de alivio le dejó más que tranquilo. — Quiero que te quedes conmigo por mucho tiempo... Hasta que sientas que esto no tiene sentido... Tengo muchos planes a futuro contigo, el pasado, pasado es... Y se quedan muchos recuerdos en mi mente, unos que puedo rememorar cientos de veces. — Su corazón latía de manera desconocida cuando decía ese tipo de cosas; estando con Yuuto, así de idiota se ponía. — Estoy... — Suspiró, y entre ese suspiro, una risilla nerviosa se le escapó. — Muy enamorado... — Sí, era la cosa más cursi que pudo haber dicho a lo largo de su historia amorosa con Yuuto, pero no podía detenerse ni recorrer el tiempo.

   
Yuuto Shinji
Sentía como sensei se acomodaba en su regazo... Le estaba dejando sin palabras con todo lo que le decía. ¡Maldita sea! ¿En qué cabeza cabía que a ÉL pudieran desarmarlo con tan solo palabras? ¿Cuántas veces no habían intentado profesarle esa clase de sentimientos en el pasado y él solo pasaba de todo eso? En su mente rememoraba todos y cada uno de los recuerdos en el último año con Sujk... El corazón parecía estar a punto de salirsele por la garganta, golpeteaba tan fuerte dentro de su pecho que lo escuchaba latir con el terror de que esto pudiera ser escuchado también por su baterista.

Él tenía grabados en su mente todos los esfuerzos que sensei había hecho para demostrarle cuanto era que le deseaba a su lado... siempre constante, siempre firme, siempre tomándolo tan en serio, que cuando le escuchó haciéndole esa confesión de amor... no pudo más que abrir enormemente los ojos llevándose ambas manos a cubrirse la boca, todo en un vano intento de ocultar la sorpresa. Impulsivo como era, terminó llevando esas manos hasta el cuello de la playera de su pareja para así levantarlo un poco de su regazo y de paso acercar un poco el rostro ajeno al propio. - Tks... ¿Tenías que decir ese tipo de cosas para que sonaran tan... - Desvió la mirada - ... tan perfectas para mí... Ryosuke-kun?

   
Ryosuke Andou
Bien, que no había sido su intención dejar al otro casi sin palabras. O lo que era peor, descomponerle el rostro en facciones de sorpresa, no, esa no había sido su intención. En más de una ocasión, había sentido esas típicas mariposas en el estómago, con las personas, que a lo largo de su vida había tenido como pareja. Pero ninguna de ellas, había causado que su corazón palpitase tan fuerte, tanto así que... sentía que se quedaba sin oxigeno. Por eso mismo había confesado que, de verdad estaba muy enamorado; tan enamorado que hasta se sentía perdido dentro de sí. Yuuto era más que especial en su vida, era más que un novio o un amigo, era la persona con la que quería pasar el resto de sus días futuros...

Aquel movimiento por parte del menor, le hizo sorprender. En unos cuantos segundos, ya se encontraba con la cabeza al aire. Llevó uno de sus brazos a rodear bien la nuca de su menor para bajarlo un poco, para que así no tuviese la necesidad de mantenerlo alzado por poco. Sus frentes quedaron juntas y...—: Todo lo que aquí siento, es perfecto para ti... — Le miró de manera directa a los ojos, sin alejarse siquiera. — Yuuto... quiero que juguemos a conocernos más y nunca dejar de jugar... — Susurró eso último contra los rebordes de los labios ajenos.

   
Yuuto Shinji
Las frentes de ambos se unieron y él no pudo más que dejarse vencer por aquel contacto. Volvió a dejar la cabeza de sensei sobre sus piernas... no le soltó el cuello de la playera, más era evidente que ya no se aferraba a esta con tanta fuerza... Cerró los ojos, mantenía fruncido el entrecejo y a cada palabra que escuchaba, sentía que le era más y más complicado intentar respirar con normalidad... - Basta... - Murmuró suplicante. No sonreía... no porque no quisiera, sino que... - Haces que quererte tanto duela... - Confesó sin importarle si aquello lo decía al tiempo que ambas bocas se rozaban casi de casualidad. - Deja de hacerme creer que si puede durar para siempre, viejo... - El dolor era más bien físico, el corazón debía irle más rápido de lo que podía andar el de un caballo de carreras llegando a la meta. Porque dolor emocional... de eso nada... - Haces que duela respirar y al mismo tiempo no recuerdo haber sido tan feliz desde que llegué por primera vez a Tokio, Ryosuke-kun... ¿Cómo lo haces? - El cuello de la prenda de sensei fue liberado... y ahora sus manos acunaban el rostro de su pareja.

   
Ryosuke Andou
Aunque el menor le dijese que parase, él no lo haría... No después de confesar abiertamente que estaba enamorado como jamás nadie. — Aunque duela, te quiero a mi lado... Aunque duela vamos a seguir juntos hasta que no podamos más, no deseo que ese día...


Yuuto Shinji
A cada afirmación de su pareja, él asentía convencido de que todo lo que le aseguraban podía hacerse realidad. Juntos podían hacer más, juntos podrían conseguir que jamás llegase el día en el que eso tuviera que terminarse... Juntos podrían pasar por alto ese "Nada es para siempre" del que la sociedad siempre hablaba, del que los pensadores siempre argumentaban... Con Sujk todo era posible. Ya había hecho que dejase de ser altanero de 24/7 después de todo ¿no? Ahora solo lo hacía cuando... Cuando llegaba a intentar molestarle tan dulcemente con cosas como "Te amo... insolente" - Y yo no voy a decirte cuan perdido me tienes por ti, viejo perverso... - Gustoso de que se hubiesen tomado el tiempo para confesarle al otro cómo era que se sentían con respecto a los sentimientos compartidos, respondió a ese topón... él le ofreció uno de vuelta, otro más... y de pronto... Le nació que sus labios fueran a parar por un par de segundos en la frente del baterista. Más le valía no decir nada al respecto... pensaba ahora que volvía a mirarle con intensidad luego de su pequeño arranque.

   
Ryosuke Andou
Habían momentos en que reían, se molestaban y se celaban, pero habían otros, en que, su romanticismo los llevaba a otro nivel y terminaban enfrascados hasta el grado de no reconocerse. Era algo agradable, extraño, pero muy agradable. Su corazón le decía lo que su mente no podía asimilar todavía. — Qué cruel. — Mencionó de manera cariñosa, pero a la vez bromista, ya conocía a su novio, él era así, así le gustaba... Estaba acostumbrado a esa faceta. Un par de topones le fueron devueltos, y él estaba hecho un completo idiota, pero lo que más le dejó la sonrisa del modo en como se sentía, fue el beso en la frente. Terminó suspirando una vez más sin poder evitarlo. — ¿Recuerdas que dije que quería proponer algo? Bien... — Alzó una de sus manos para tomar la del menor, al final sus dedos se entrelazaron. — Quiero ir al cine; se ha estrenado "Avengers age of ultron". No quiero perderme la película, y hace mucho que no salimos, ¿qué dices? Puede ser el fin de semana. — Propuso.

   
Yuuto Shinji
Sensei sonreía, por lo que se sintió a salvo de cualquier tipo de burla por parte suya... Era claro que ambos estaban dentro de esa burbuja de romanticismo a la que rara vez se arriesgaban a entrar, tal vez por el miedo de no saber cómo carajos salir después de esta. Aunque por esa noche... no estaba del todo seguro de querer salir de ella. Tal solo asintió cuando el otro mencionó algo sobre una propuesta pendiente... Abrió grandemente los ojos, en verdad estaba sorprendido... Justamente él había visto el anuncio del estreno de la película mencionada y estaba que le pedía exactamente eso al mayor. - ¿Estas pidiéndome una cita, Sujk? - Bromeó mientras alzaba las piernas una y otra vez a modo de incitar al otro a sentarse correctamente a su lado. - Si prometes no coquetear con las chicas del cine y no ponerte a jugar con las palomitas de maíz a mitad de la sala... Si, me gustaría ir, sensei. - De reojo miró la hora en el reloj de pared de la sala. - Viejo... no me han dado día de asueto mañana... - Confesó con pesar. Se puso en pie y, raro en él, le tendió la mano a su baterista. - ¿Me arroparías?

   
Ryosuke Andou
Cuando el menor comenzó a alzar las piernas, se acomodó sobre el sofá y se acomodó la coleta que se había hecho horas atrás. — Sí, una cita. Vamos al cine, luego podemos ir a comer o a buscar entretenimiento como cuando salíamos cada fin de semana. — Rió en ese momento, pero de manera corta. — Yo no coqueteo con nadie, aquello de la vez pasada fue un malentendido. Aún me duele la oreja. — Bromeó y cuando el menor le tendió la mano, él le ignoró y entonces se acercó, casi lo tacleó y se lo echó al hombro como un costal. — Qué mala suerte, castañito... Tu novio estará en casa, aunque debe ir por algo de despensa para las semanas próximas, así que aprovecha y pide todo lo que quieras. — Y así, como costal de papas, se lo llevó hasta la habitación.

   
Yuuto Shinji
- Ni me lo digas, antes de FED solíamos tener bastante más tiempo libre... - Tuvo que admitir, ignorando por completo el asunto de como había tirado de la oreja de Sujk hacía ya varios meses... ¿No podía superarlo? solo revoleó los ojos algo hastiado... Le tiraría de la oreja las veces que hicieran falta para que lo volviera a decir algo como "Leda, si no apareces tomaré a cualquier señorita de por aquí y entraré con ella al cine". Estaba rabiando internamente y a la espera de que el otro tomase su mano, cuando de pronto perdió el suelo... literalmente, pues ya Sujk se lo había echado al hombro. - ¡Oi! Que te haces conmigo con una facilidad que da miedo... - De nada servía patalear o hacer rabieta en ese momento. Tal vez porque estaba feliz con la conversación anterior, tal vez porque le emocionaba poder tener una cita con sensei luego de tanto tiempo... Tal vez porque estaba entrandole sueño... Quién sabe, pero se dejó llevar hasta que le depositaron en la cama.

   
Ryosuke Andou
— El trabajo nos tiene así, pero siempre podemos hacer un espacio para salir. Así que tienes una cita conmigo. — Ahora que se lo llevaba a la habitación, recibió solo un reclamo por parte del menor. Sí, se hacía con él de una manera tan fácil, él tenía la culpa por ser tan delgado y liviano. Menos mal que no hubo pataleos de por medio. — Listo, servido, joven. — Anunció cuando Yuuto estuvo sobre la cama, le pasó el pijama para que se cambiase y él hizo lo mismo también. Todo había estado bastante bien, la platica le había hecho mejorar los ánimos.

   
Yuuto Shinji
Bien, ya estaba en la cama y de paso ya tenía el pijama consigo... Hacía tiempo que había perdido la vergüenza al cambiarse de ropa frente a su pareja, por lo que sin pudor alguno se vistió el pijama... si, ese mismo que le trajera sensei para cumplirle uno de sus pequeños caprichos cuando el otro había tenido que salir de la ciudad. - Tengo una cita contigo... - Repitió una vez que consiguió meterse a las cobijas. Recostado boca arriba se quedó contemplando el techo con más ilusión de la que le habría agradado reflejar... Un bostezo le sorprendió. - No olvides comprar los zumos de manzana, sensei... La última vez que fui al supermercado... - Otro bostezo y ahora le lagrimeaban los ojos. - Vi una tarta extraña de queso con pan de vainilla... tenía chocolate encima... - Se le cerraban los ojos, pero aún así sonreía mientras medio contemplaba al otro metiendose a la cama. Las confesiones de amor eran algo que, hasta entonces, no imaginó le haría tanto bien en su vida. - ¿Podrías... comprarla? - Pidió entre balbuceos.

   
Ryosuke Andou
Terminó de ponerse el pijama y entonces, fue hasta la cama para poder meterse y hacerle compañía a su novio. En automático le rodeó con sus brazos para acunarlo contra su pecho. — Zumos, y tarta extraña. Tampoco olvidaré la leche, y esas cosas que sueles tomar, así como los niños... — Murmuró con una sonrisa. En su vida había hecho despensa para dos personas y en su vida no había consentido a una persona como era Yuuto. Le encantaba cumplir todos los deseos de su menor. — Ahora debes dormir, no quiero que estés hablando dormido... Vamos, es hora de cerrar esos ojos.

   
Yuuto Shinji
A penas percibió los brazos de sensei alrededor del cuerpo y, perezosamente, se removió hasta apegarse lo mejor posible al otro... Por esa noche permitiría que le acunara como quisiera, los brazos ya no le daban para envolver al mayor o corresponderle el abrazo de cualquier manera. - Zumos... Leche con tarta y niños... - No estaba seguro de lo que estaba repitiendo de lo que Sujk decía, igual ya tenía los ojos cerrados y balbuceaba incoherencias... Sería una buena noche, casi podía jurarlo incluso ahora que por fin se había rendido al sueño.

   
Ryosuke Andou
Rió cuando el otro comenzó a hablar dormido, al final, Yuuto pudo descansar y le deseo una buena noche entre pequeños susurros. Él se quedó despierto solo un momento, puesto que, cuando cerró los ojos, comenzó a soñar. Una nueva semana comenzaba y esperaba que fuera mejor que la pasada, al menos la mala racha había pasado.

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