jueves, 28 de mayo de 2015

28 de Mayo 2015: Waccha se pone mal


Yuuto Shinji
[SMS]: ¡Señor! ¡Señor! *risas*... Ya, su gato me odia, creo que es oficial (?). Siendo serios con el asunto, con trabajos me ha permitido la entrada a la casa, en cuanto abrí la puerta se ha agazapado peor que si fuera león. La verdad es que no sé cómo sentirme al respecto, ya no nos habíamos enfrentado a estas situaciones. En fin, no era eso de lo que quería hablarte... Estoy en casa, en pijama y con dolor de espalda, creo que dormiré en el suelo (?), ya probé la cama y es incomodo *risas*. Waccha y tú tendrán todo el espacio que quieran para ustedes *risas*. Lo que sea, ¿tardarás mucho en volver? estoy bebiendo una simple taza de café en la cocina y Waccha permanece al acecho en la barra, el colmo es que ha intentado soltarme un zarpazo en cuanto intenté tomar el bote de azúcar, esto esta mal, viejo... Ya, vuelve con cuidado ¿quieres? [SEND]


Sujk Arkhelism
No tenía mucho que había bajado del auto, estaba revisando algunas cosas del folder que esta tarde le habían entregado, todo parecía estar en orden para el día siguiente. Su móvil sonó y sacó este para revisar lo que había llegado; al parecer su mascota había estado dando muchos problemas últimamente, no le gustaba mucho que se pusiera en ese plan cuando se suponía que Yuuto era parte de la familia, por así decirlo. Waccha parecía ser más territorial de lo pensado; suspiró con pesar con la situación y guardó el móvil en uno de los bolsos de su pantalón. Subió tan pronto como pudo y al llegar hasta la puerta del departamento, abrió y se descalzó. — Estoy en casa, Yuuto. — Anunció. Sus fosas nasales se dieron el gusto de disfrutar el aroma del café recién hecho de su novio, necesitaba una taza de esas para relajarse. Al asomarse en la cocina, Yuuto y Waccha parecían mirarse de manera recelosa, él solo pudo percibir tensión en el lugar. Iba destinado a saludar a su novio con un beso de esos que no solía darle de buenas a primeras, cuando Waccha le dio un zarpazo antes de que pudiese acercarse a Yuuto.


Yuuto Shinji
El felino era inteligente y antes de permitirle tomar el azúcar era capaz de dejarle sus bien afiladas cuatro uñas marcadas en el dorso de la mano. Ya no sabía ni cuantas veces fue que revoleó los ojos luego de cada fallido intento, por lo que decidió ir a la alacena por el paquete completo de azúcar solo para tomar una ridícula cucharada de ese endulzante refinado. Tomó asiento frente al gato de nueva cuenta, ese gato que llevaba un par de horas ignorando su plato de comida... Sensei hizo acto de presencia y ese pelinegro, que hasta entonces había permanecido agazapado frente a él, se irguió de buenas a primeras y caminaba sobre la barra de lado a lado... No le entendía. - Estamos en la cocina... - Murmuró, era evidente que no le escucharía su pareja, más Waccha de inmediato le dedicó una mala mirada. Todo fue en peor cuando su amo hizo acto de presencia e intentó tener una atención romántica con él... Él no iba a reprenderle, en cuanto vio la agresión del gato se puso en pie realmente sorprendido... - T-te... te rasguñó... - Exclamó sin podérselo creer, mirando esas pequeñas heridas y luego al causante de las mismas. - Iré por alcohol y banditas... - Avisó ya yendo en busca del botiquín que Sujk tenía en el cuarto de baño.


Sujk Arkhelism
Waccha le había rasguñado en muchas ocasiones, sí, todo a modo de juego, pero el felino no se ponía agresivo; hasta le hacía agujeros a su pantalón para llamar la atención, y eso no le hacía molestar porque sabía que el pelinegro no tenía maldad en sus actos, más el ocurrido anteriormente, había sido la excepción. Yuuto, al igual que él, quedaron sorprendidos; aquellas heridas no tardaron mucho en abrirse, estaban justo donde estaba su sien, un poco más y el ojo hubiese sido el afectado. El menor, quien preocupado salió de la cocina fue por algo para curarlo y él se sentó en el otro banco alto de aquella barra y se le quedó mirando a Waccha de manera severa. — Abajo. — Le ordenó serio y el felino sintió el enfado y se bajó. — Fuera de aquí. Te vas al sofá. — Todo ocurrió en ese momento, su mascota parecía arrepentida de lo que había hecho, y no dudó en salir de la cocina; él no era severo con Waccha, jamás... Pero ahora lo había enfadar con sus actos.


Yuuto Shinji
Alcohol, banditas, algodón... Eso era suficiente ¿no? Se llevó consigo esas tres cosas, no veía necesario llevar consigo todo el botiquín. Esa agresión de Waccha le había tomado por sorpresa en serio y es que, el gato no se había comportado de esa manera ni siquiera cuando se había dado cuenta de que su amo y él tenían que ver... ¿Acaso sentía que ya había invadido demasiado su vinculo con Sujk ahora que vivían juntos? ¡Joder! ¿Cómo sería ahora que se mudaran en un par de meses? Al volver a la cocina se quedó contemplando la mala cara que tenía su pareja... era evidente que no le sentaba bien estar mal con su mascota. - Eh... - Se aclaró la garganta, dejando el material de curación sobre la barra. - Dejame ver eso... - Le pidió, aunque en realidad ya estaba a su lado revisando los rasguños, eran tan leves que quizás solo sería necesario limpiarlos con alcohol. Lo grave del asunto no eran las pequeñas heridas, sino el gesto por parte de la mascota... En silencio humectó con alcohol una primera torunda de algodón y se la pasó al otro en la sien, eso hizo que la sangre hiciera acto de presencia de nuevo... Diminutas gotas de ese carmesí líquido manchaban el algodón y él que no sabía ni qué decir.


Sujk Arkhelism
Tenía mala cara, enfadarse con Waccha le afectaba como cuando se peleaba con una persona cercana, así como amigos, solo que la diferencia radicaba que Waccha era como su hijo, al menos él lo veía de ese modo. Su novio volvió a donde él y se sentó a su lado, ladeó un poco la cabeza y se acercó para que éste pudiese ver las heridas, dolía de manera leve. Él tampoco decía nada, estaba tratando de analizar lo que había pasado... ¿Es que Waccha no podía entender que Yuuto era parte de ellos también? El chico se había esforzado tanto a tal grado de soportar al felino en sus ataques de celos. Siseó un poco cuando su novio le empezó a curar; malditas heridas que tan pequeñas eran ,pero bien que dolían. — ¿Por qué tan callado? — Le preguntó al otro, mientras hacía la tarea de quitar la mano de éste de donde estaba curando. — Ya estoy bien, en unos días sanará. — Frunció de manera leve el entrecejo; estaba algo frustrado con la sintuación.


Yuuto Shinji
- Hum... - ¿Por qué tan callado? Esa era una buena pregunta, se decía a si mismo mientras le daba un golpecito en el dorso de la mano para que no intentase interrumpirle sus intentos por desinfectar los rasguños. - Es que no se qué decir al respecto, me siento ajeno a la situación, no es cómo si pudiera ser yo quien corrija a tu mascota, sensei... - Ya estaba listo. Cerró la pequeña botella de alcohol y la bolsita de torundas de algodón. Solo se alejó para tirar la basura en el bote dispuesto en un rincón para esos desechos... Desde ahí le dedicó una mirada. - No se si deba opinar o no al respecto, creo que no debo meterme en ese asunto entre ustedes.


Sujk Arkhelism
El guitarrista era necio, pues no le dejó de curar hasta el final. — No tienes por qué sentirte ajeno a la situación; él ha tenido un arranque y necesita comprensión, es todo... — Aunque sonase absurdo, Waccha necesitaba ser comprendido pero que también los comprendiese, eso se hacía poco a poco, tal vez el felino sentía que de nuevo Yuuto le iba a apartar, pero debían hacerle entender al pelinegro que no era así. Se giró para queda de espaldas hacía la barra, Yuuto estaba a unos centímetros, así que le tomó de la muñeca justo como hizo la noche pasada y le jaló hasta donde él estaba. Tenía la costumbre de sentarse en una posición varonil siempre, así que Yuuto quedó entre sus piernas y el le rodeó la cintura con un brazo y le miró desde su lugar. — Este asunto es de los tres... Vamos a vivir juntos, no puedes hacerte ajeno a la situación; mi Waccha es tu Waccha... — Sonrió divertido al decir aquello.


Yuuto Shinji
A penas estaba cruzándose de brazos, no muy convencido de lo que el mayor decía y este ya le había tomado de la cintura para envolverle en brazos. Negaba suavemente con la cabeza por esa caprichosa actitud, cuando las últimas palabras de Sujk le dejaron marcando ocupado... En cosa de segundos el rostro le ardía de vergüenza y él ya estaba sujetando al otro por los brazos para intentar deshacer ese abrazo, de paso dirigió la mirada hacía el techo. - ¿No podías decir eso de manera menos vergonzosa, sensei? - Masculló. ¿Estaba hablando en serio? Pero si hasta ahora había tenido bien claro que Waccha era asunto de Sujk... suponiendo que este último no compartiría al felino de "esa" manera con nadie.


Sujk Arkhelism
Yuuto intentaba alejarle por todos los medios posibles, pero bastó con poner más fuerza para aferrarse a la cintura de éste, quien colorado se puso cuando mencionó lo de Waccha, y es que tenía razón... Faltaba muy poco para el verano y todos estarían compartiendo ya un hogar, tanto Waccha, como Yuuto y él, debían arreglar diferencias y no quería dejar al menor fuera de esto. Su novio era de tez tal blanca que el sonrojo no se le bajaba y eso le gustaba, se veía adorable a su manera, solo que no lo iba a decir así. —Sólo he dicho la verdad, así que tienes que poner de tu parte. Waccha te quiere, y tú lo quieres a él, no me importa compartir a ambos felinos, claro... siempre y cuando sea mutuo el compartimiento. Tampoco voy a estar compartiendo a cierto guitarrista con las demás personas, eso no. — Dejó que sus celos hablasen primero antes que todo.


Yuuto Shinji
De reojo le miraba mientras el otro le planteaba sus argumentos... validos al fin y al cabo, quizás por ellos fue que terminó por rendirse y dejar de hacer fuerza sobre esos hombros, igual no había mucho que hacer en contra de esos brazos que le mantenían cautivo. - ¿Perdón? - Acabo venciéndole la risa con la última parte de todo. - ¿A qué viene eso de compartirme? Estábamos hablando de Waccha ¿no? - Oh, mierda... de estarle presionando los brazos, paso a liberarle para poder darse la media vuelta y terminar apoyando la espalda sobre su pecho de su pareja... volvió a cruzarse de brazos. - Me siento extraño... que Waccha sea mi responsabilidad también, quiero decir... que me lo compartas.


Sujk Arkhelism
Al final terminó abrazando al menor de la misma manera, pero ahora recargo su mentón sobre el hombro ajeno y aquella risa se le hizo contagiosa. — Solo era un pequeño paréntesis para que tuvieras en cuenta que este baterista no está dispuesto a compartirte con nadie. — La situación era graciosa si así lo veía, como si Waccha fuese una clase de niño al cual debían corregir ambos como pareja. — Se llevan muy bien, lo consientes, juegan... No deberías sentirte extraño cuando ya haces tantas cosas con él.


Yuuto Shinji
- Oish... - Sujk era imposible y aunque intentase ponerse territorial y él tuviera que reprenderle por ello, resultaba que ya estaba restregando su mejilla con la que sensei le dejaba al alcance ahora que apoyaba el mentón sobre su hombro. - Precisamente por que me estaba llevando bien con él es que ahora me preocupa que este tan a la defensiva. - Cuando menos se dio cuenta ya estaba apoyando las manos sobre los antebrazos de su pareja. - ¿Sabes? Hace mucho que no salimos con él, quizás si ha sido culpa nuestra el que se sienta desplazado... ¡Ah! - Exclamó recordando algo entonces y giró su rostro para intentar buscar la mirada ajena. - ¡Tiene meses que no lo llevo a la alameda, viejo!


Sujk Arkhelism
Pequeñas caricias se hicieron en su mejilla, él solo sonrió ante el gesto de su menor, y entonces se puso a modo pensativo... Era verdad, desde que estaban tan sumidos en el trabajo, solo llegaban a casa a dormir, se iban temprano y demás... Quizá Waccha sentía que ambos le daban por su lado cuando no era así. — Creo que ha sido un poco mi culpa por decuidarlo, pero... cuando tengo ratos con él, lo mimo bastante... — Iba a continuar hablando cuando Yuuto le hizo respigar por lo último que dijo. — Ya no ha salido, ¿no le has prometido cosas? Suele ser sentido cuando no se las cumples.


Yuuto Shinji
- Si es en verdad lo que dijiste de... - Carraspeó un poco la garganta y de paso volvió a desviarle la mirada - Sobre "tu Waccha y mi Waccha", creo que ya es culpa de ambos, sensei. - Fue entonces que comenzó con sus típicos gestos de sueño: Tallarse los ojos. - No, no le he prometido nada en realidad. Me limitó a darle de cenar y conversar con él mientras llegas a casa... - Ahora se tallaba ambos ojos - Me siento algo en deuda considerando que él si ha cuidado de mi cuando he estado mal de salud...


Sujk Arkhelism
— Ha sido nuestra culpa, hay que reparar aquello entonces. Sí él te odiase o algo parecido, jamás te hubiese cuidado, yo lo conozco, y le agradas demasiado, solo que también está molesto conmigo y se ha desquitado de la peor manera. — Hizo referencia al rasguño de hace un rato. Su menor ya daba señales de tener sueño, él igual, así que se puso de pie sin quitar a su menor de su pecho y luego deshizo el abrazo. — Vayamos a dormir, ¿quieres? — Se llevó al otro hasta la habitación, allí, se puso e pijama. Se metió bajo cobertores y esperó a su novio... Al menos lo quiso esperar, pero últimamente los días habían estando pesados en verdad que lo dejaban más que cansado. — Apresurate... — Quiso apurar al otro, pero no pudo esperarlo más, se había quedado dormido por segunda vez antes que Yuuto. Menos mal que le asunto de Waccha lo irían resolviendo poco a poco, por ahora solo les quedaba descansar.


Yuuto Shinji
A pesar de que estaba frunciendo el ceño, más por el ceño que por estar tratando de verse severo con la situación, la verdad era que si... de alguna manera percibía que no era del desagrado de la ahora mascota de ambos. - Vamos a dormir... - Asintió, la voz le salía ronca cuando estaba cayéndose de cansancio. Sujk metió prisa al asunto de ponerse la ropa para dormir, él intentó hacer lo mismo, pero el cansancio le hacía tener movimientos torpes... Para cuando consiguió llegar a la cama a penas notó que sensei ya estaba rendido y ahora fue su turno para rodear el cuerpo ajeno con ambos brazos y arropar sus pies entre los de sensei... Los viernes siempre eran su día más largo, el más pesado y no había como descansar lo mejor posible como para poder enfrentarlo... Con ese pensamiento fue que se quedó completamente dormido.

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