Día
duro. Desde que él había llegado a la compañía antes que Yuuto, se
había dedicado las horas a tratar el problema con los directivos, había
quedado en ir a reclamar y era hombre de palabra. La sala de ensayos se
llenó con las personas responsables que se supone que estaban a cargo de
informar actividades y explicó a detalle el descuido de su parte,
aclarando que Yuuto no debía cargar con tantas cosas a la vez, que, por
eso ambos habían formado la banda, ambos tenían responsabilidades de la
misma manera pero en diferente área. Estaba en el derecho de reclamar
todo, y justamente habían preguntado por el guitarrista, y él les dijo
que el menor estaba en casa descansando gracias al descuido que ellos
mismos habían tenido, que el otro no podía con la carga él solo, que si
querían poner más trabajo que se lo repartieran en partes iguales. Sabía
que su novio era un perfeccionista, pero también debía tener en cuenta
que un exceso de trabajo, podría llegar a afectarlo y eso lo tuvieron
bien en cuenta los directivos.
Yuuto llegaría por la tarde, él seguiría con el trabajo después de haber llegado a un acuerdo, el cual se lo harían saber a su novio.
Claro, en todo el día no lo vio porque hoy era un día en verdad pesado para él, y menos mal que no llevó el auto, puesto que se hubiese estresado más con el inmenso tráfico de la cuidad, que casi lo dejó unas cuatro horas varado. Por lo menos le sirvió para descansar un poco.
Al fin había llegado a casa, se fue directo a la sala porque le urgía descansar un poco. Waccha seguía indiferente con él, con Yuuto mucho más, a saber cómo es que el felino podría durar días enfadado. Ya recostado en el sofá, decidió esperar a Yuuto, no lo molestaría con mensajes ahora, solo lo esperaría.
Yuuto llegaría por la tarde, él seguiría con el trabajo después de haber llegado a un acuerdo, el cual se lo harían saber a su novio.
Claro, en todo el día no lo vio porque hoy era un día en verdad pesado para él, y menos mal que no llevó el auto, puesto que se hubiese estresado más con el inmenso tráfico de la cuidad, que casi lo dejó unas cuatro horas varado. Por lo menos le sirvió para descansar un poco.
Al fin había llegado a casa, se fue directo a la sala porque le urgía descansar un poco. Waccha seguía indiferente con él, con Yuuto mucho más, a saber cómo es que el felino podría durar días enfadado. Ya recostado en el sofá, decidió esperar a Yuuto, no lo molestaría con mensajes ahora, solo lo esperaría.
Yuuto Shinji
No
era por nada, pero francamente esa mañana no había tenido ningunas
ganas de levantarse para ir a trabajar... Con trabajos resucitó casi al
medio día solo para comprobar que sensei había desayunado con prisas:
Una taza con restos de café y un plato con restos de la comida del día
anterior. Ese hombre se iba a enfermar en caso de seguir
con ese ritmo cada que llegaban a los días intermedios de la semana. De
nada valía ponerse a reprender al aire, el principal implicado hacía
horas que ya no estaba en casa.
Descansó lo más que pudo, eso no lo negaba, tomó un baño relajante y se preparó para ir a la oficina. Si o si debía solucionar el problema que la noche anterior había estado tratando con Sujk; para su gran sorpresa, al llegar con sus directivos, estos le entregaron un par de hojas membretadas en donde se leían actividades para los próximos días en una y en la otra todo un protocolo de lo que sería la forma de trabajo para lo que restaba de la semana. Interrogante les miró... Al parecer a partir de ahora sería así como se le informarían las cosas, con formalidad y anticipación. "Sujk-san vino a plantearnos algunas inconformidades que al parecer ya había dialogado con usted".
Aquel gesto que, si bien Sujk ya le había avisado que haría, le hizo permanecer de buen humor el resto del día, no importando si el trabajo fue pesado, si le habían avisado que sensei ya había partido a casa. La cuestión fue que, a pesar del tráfico vehicular, la lluvia y demás... Nada más abrir la puerta del departamento del mayor, poco le importó que Waccha le ignorase... desde el recibidor veía los pies de sensei sobresalir del sofá en donde al parecer permanecía recostado. - ¿Tuviste un mal día? ¿Fue tu karma a pagar por haber abogado por mi esta tarde con los directivos, Sujk-kun? - Preguntó con una amplia sonrisa al asomarse por el respaldo del mueble. - Llegué a casa. - Anunció como si no fuera eso ya evidente.
Descansó lo más que pudo, eso no lo negaba, tomó un baño relajante y se preparó para ir a la oficina. Si o si debía solucionar el problema que la noche anterior había estado tratando con Sujk; para su gran sorpresa, al llegar con sus directivos, estos le entregaron un par de hojas membretadas en donde se leían actividades para los próximos días en una y en la otra todo un protocolo de lo que sería la forma de trabajo para lo que restaba de la semana. Interrogante les miró... Al parecer a partir de ahora sería así como se le informarían las cosas, con formalidad y anticipación. "Sujk-san vino a plantearnos algunas inconformidades que al parecer ya había dialogado con usted".
Aquel gesto que, si bien Sujk ya le había avisado que haría, le hizo permanecer de buen humor el resto del día, no importando si el trabajo fue pesado, si le habían avisado que sensei ya había partido a casa. La cuestión fue que, a pesar del tráfico vehicular, la lluvia y demás... Nada más abrir la puerta del departamento del mayor, poco le importó que Waccha le ignorase... desde el recibidor veía los pies de sensei sobresalir del sofá en donde al parecer permanecía recostado. - ¿Tuviste un mal día? ¿Fue tu karma a pagar por haber abogado por mi esta tarde con los directivos, Sujk-kun? - Preguntó con una amplia sonrisa al asomarse por el respaldo del mueble. - Llegué a casa. - Anunció como si no fuera eso ya evidente.
Sujk Arkhelism
Llevaba
unos minutos tratando de contemplar el techo del departamento. De por
sí su mirada era dormilona, y ahora estaba aún peor, pero podía
resistirlo, y es que solo había dormido unas tres horas, sumado a un par
de horas más durante el tráfico, sabía que a mitad de semana era lo más
pesado. Cubrió sus ojos con su antebrazo para dormitar, solo necesitaba
relajar un poco esos ojos, el sueño no le llegaba por más que estuviese
agotado.
Después de un rato, la puerta de la entrada se abrió y escuchó a Yuuto bastante cerca, bajó su antebrazo y le miró desde su posición con una leve sonrisa. — Ha sido un día terrible. Cero karma, creo que después de todo algunas cosas salieron bien. — Explicó. Su novio le miraba con una enorme sonrisa de oreja a oreja y eso le hizo reconfortar. — Bienvenido, no tiene mucho que llegué.
Después de un rato, la puerta de la entrada se abrió y escuchó a Yuuto bastante cerca, bajó su antebrazo y le miró desde su posición con una leve sonrisa. — Ha sido un día terrible. Cero karma, creo que después de todo algunas cosas salieron bien. — Explicó. Su novio le miraba con una enorme sonrisa de oreja a oreja y eso le hizo reconfortar. — Bienvenido, no tiene mucho que llegué.
Yuuto Shinji
-
¿Por el tráfico y la lluvia? ¿O por el sueño que ambos tenemos por
habernos desvelado anoche, sensei? - Si, él también estaba que se
cargaba unas ojeras enormes esa noche, pese a haber dormido más que
Sujk, la verdad era que le había faltado descanso y trasnocharse no
había sido del todo una buena opción. - Gracias por lo que hiciste hoy
en el trabajo, sensei... - Agregó, esta vez extendiendo un brazo para
darle una amistosa palmada en el pecho. - ¿Qué tal si vienes a la cama y
allá me platicas cómo de mal te trató hoy la vida? - En realidad no era
una sugerencia, pues él ya estaba encaminandose a la habitación.
Sujk Arkhelism
—
Creo que por todo. — Una risa corta le atacó en cuando dijo aquello; la
verdad es que sus ojos estaba un poco hinchados, no tanto para
exagerar. — Dije que iba a hablar, esos directivos aceptaron el error...
— Musitó sin afán de querer abandonar el sofá, que Yuuto no viniese de
buenas a primeras a hacer su santa voluntad. Se incorporó de inmediato y
antes de que el menor pudiese irse, le pescó por la muñeca y tiró de
ese brazo para tirarlo encima de su cuerpo que nuevamente volvió a
reposar sobre el sofá. — ¿Qué te parece si mejor te lo cuento aquí...? —
Inquirió sin más.
Yuuto Shinji
-
Lo sé, pero no creí que fueras a hablar tan pronto con ellos. No de
inmediato... - Ya había dejado dicho que se iría a la habitación, pero
más tardó en dar la media vuelta, que en ser pescado del brazo. Ni él
mismo se dio cuenta de cómo diablos sensei le hizo pasar por encima del
respaldo para caerle justo encima. - Si me quedo dormido tendrás que
llevarme a la cama - Le advirtió, aunque la sonrisa que se cargaba
dejaba claro que la idea no le molestaba en absoluto - Y ahí de ti si me
despiertas por llevarme en calidad de costal... - Oh, genial... El
rostro le había quedado justo a la altura de la barbilla del mayor,
¿hacia cuanto que no se entretenía con esta? A saber, pero ya estaba
mordisqueandola suavemente con los incisivos.
Sujk Arkhelism
—¿Y
sí mejor hacemos cama de sofás? Hoy no me apetece la cama... — Susurró
con tales ganas de quedarse en el sofá con su menor. Aquél, que muy
cerca estaba de su barbilla la pescó y le sacó una sonrisa, una de
aquella que se quedaban en el intento de mostrar nos incisivos; siempre
sonreía de aquella manera cuando algo le gustaba, como ahora las
mordidas suaves y cariñosas de su guitarrista. — Me agrada estar así
contigo. — Confesó. Rodeó la espalda de su novio con ambos brazos y
terminó suspirando como todo un enamorado.
Yuuto Shinji
-
Cama de sofás será~ - A penas y levantó un poco el rostro para poder
responder aquello. No podía creerse aún que el día anterior hubieran
estado discutiendo asuntos de trabajo, como los músicos y socios que de
alguna manera era, y que hoy estuvieran campantes de la vida, recostados
sobre el sofá... teniendo uno de esos escasos derroches de romanticismo
y tranquilidad que de vez en cuando se les daban. - Me agrada que
estemos tranquilos por fin... - Suspiró dejando caer su cabeza sobre el
hombro ajeno, esta vez fue el turno de su nariz para delinear el
contorno de la mandíbula de su pareja... De alguna manera,
inconscientemente, intentaba retribuirle el que le hubiese aguantado las
frustraciones pasadas y mejor aún... que le pusiera un alto y encima le
ayudase a resolver sus complicaciones.
Sujk Arkhelism
—
Siempre estoy tranquilo contigo. — De alguna manera eso era verdad,
siempre había estado en total tranquilidad con Yuuto, si acaso sus
pequeños disgustos eran intranquilos, pero no era nada grave, al
contrario. El menor no se hacia una idea de cómo es que le gustaba
sentir caricias sobre la mandibula; mimos, o no, de una u otra forma le
gustaba disfrutar del momento. Ladeó un poco la cabeza para poder
alcanzar la frente del menor con sus labios, allí, dejó un beso... Uno
de aquellos que le daba a menudo y siguió un constante caminó hasta
llegar al puente de la nariz ajena, allí bajó hasta la punta de esta
y... De manera rápida, le robó un beso.
Yuuto Shinji
En
silencio, más o menos se hacía una idea de a donde era que pararían
esos labios, pero de igual modo cerró los ojos en cuanto sintió que con
cortos besos recorría el puente de su nariz, quiso hacerse participe de
un posible beso de esquimal, más esto no le fue permitido pues ya le
estaban robando un beso que, quizás Sujk planeaba fuera corto, pero él
ya estaba presionando un poco sobre aquella boca... solo para que el
contacto pudiera durar un tanto más que solo un par de segundos. -
Viejo, deja de malcriarme... - Suspiró después de todo esa sarta de
mimos y cursilería. - Deja de ser tan demasiado bueno ¿quieres? -
Evidentemente eso era broma, el hombre perfectamente era un 60% sarcasmo
y pesadez y 40% dulzura... No estaba mal aprovecharse de este último
porcentaje ¿o si?
Sujk Arkhelism
—
No me pidas imposibles. — Comentó muy cerca de los labios de su novio,
pues éste no dejaba de presionar cada cuando éstos para que se formase
un beso, y claro que lo quería besar... de hecho, ya no había tenido el
gusto de probarlo bien en días. — Soy así porque te lo mereces, así que
te aguantas. — Sentenció al guitarrista. Al final de sus comentarios,
terminó juntando sus labios con los ajenos, y envolvió aún más el cuerpo
del menor entre sus brazos. Evidentemente, aquel beso lo terminó
presionando aún más, pero se dedicaba solamente a calar los rebordes
ajenos con calma.
Yuuto Shinji
-
¿Me lo merezco? - De pronto interrumpió todo beso al apoyarse en los
brazos ajenos para separarse un poco de esa boca que ya intentaba
besarle despaciosamente. - ¿Me lo esta diciendo la misma persona que
ayer me dijo que era la peor opción de novio? - Eso le hizo soltar una
leve carcajada... En el otro sofá Waccha bufó sonoramente y eso llamó su
atención. - ¿Seguro que haremos cama de sofás? No lo veo con
intenciones de dejarnos ocupar su cama esta noche, sensei...
Sujk Arkhelism
—
Exacto, eres el peor, pero así me gusta. — Terminó contagiado por la
risa del menor; Waccha refunfuñaba al otro extremo de la sala. —Él se
irá a la cama, déjalo y verás... — conocía los berrinches del felino,
solamente estaba queriendo llamar la atención. — Cama de sofás... —
Murmuró; no se había fijado en el hecho de que estaba por de más
cansado, el día había sido pesado y ni siquiera se cambió de ropa. Aún
vestía la sudadera, camiseta, y el pantalón de mezclilla. Al diablo con
todo. — Ve por unos cobertores, la noche es fría... — Ojos completamente
cerraros, respiración tranquila, su fuerza de había debilitado y ahora
el abrazo aquel estaba por demás flojo. Sus brazos no daban para más, ni
él mismo. Se había quedado completamente dormido y de golpe. A
diferencia del menor que hablaba dormido, él solamente caía de golpe.
Más tarde otro día laboral le esperaba, por ahora ya estaba más que
entrado en sus sueños.
Yuuto Shinji
¡Y
encima se lo reafirmaba! Definitivamente el que era el peor era Sujk,
pero de más estaba intentar reprenderlo, el hombre se había quedado
dormido... Todavía hablaba con coherencia referente al asunto de los
sofás, pero de pronto simplemente enmudeció y bastó con levantar la
mirada para comprobar que si: Sujk había sucumbido ante el sueño... Si,
le causó gracia, pero finalmente fue por un par de cobertores a la
habitación y, quisiera Waccha o no, empujó el otro sofá hasta encararlo
con el que ahora ocupaba su pareja. Resignado el felino salió huyendo de
ahí hacia la habitación... probablemente ocuparía la cama a modo de
rabieta. Poco le importó todo en el momento en que cobijó a su baterista
y se acurrucó al lado de este... él tampoco se cambiaría de ropa,
simplemente se descalzó y envolvió sus pies con los del mayor... Era
hora de dormir, sus ojos ardían y haría su mejor esfuerzo para descansar
y borrar las ojeras de la noche anterior. Se le venía un día
terriblemente largo desde temprano.
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