sábado, 23 de mayo de 2015

23 de Mayo 2015: El pasillo, testigo de demasiadas cosas.

Sujk Arkhelism
Optó de muchas maneras el tratar de enviar un mensaje al menor; desde la madrugada no había tenido el tiempo para poder asegurar la llegada del guitarrista. Quizá podía pasar por él, a lo mejor ir por él hasta donde se supone que estaría, pero nada; el trabajo lo mantuvo ocupado parte de la tarde, y, de puro milagro, sus compañeros de banda lo invitaron a comer. Sí, le había caído como anillo al dedo la invitación, pero sabía que era noche y debía volver a casa, no quería quedarse a esas pequeñas reuniones de bebedera extrema. Él debía cumplir con deberes, Waccha estaba solo en casa y debía alimentarlo, además de que debía esperar al otro también.

Su auto estaba estacionado a unas cuantas calles del restaurante donde había estado parte de la tarde. Cuando subió, sacó el móvil para enviar un mensaje al menor.

[SMS]: ¿Has llegado a casa? ¿O vienes en camino? ¿Te quedaste otro día? Yo voy para el departamento, me invitaron a comer y decidí regresar antes de que comenzaran a beber por ser fin de semana. Ya deberías ponerle un alto a estos empleados borrachos que tienes por compañeros de banda, eh. En fin, espero que todo marche bien contigo.
[SEND]



Yuuto Shinji
El día no fue pesado a diferencia del día anterior. Podía decir que hasta tenía buenos resultados después de todo, pese a que en el tren, en el taxi y, de haber podido, incluso en el elevador se habría puesto a seguir trabajando en la portátil... Le daba terror la cantidad de trabajo que se les venía encima con todos los compromisos que tendrían para verano.

En el hombro llevaba la maleta de viaje, bajo el brazo un folder enorme con el montón de documentos de la reciente adquisición, era lo primero que deseaba mostrarle a Sujk una vez que pusiera un pie en casa. Llegó a la planta correspondiente y entonces a su móvil parecía haber llegado un mensaje de texto... Mierda, como pudo sacó el condenado aparato de su bolsillo.

Si, leyó el texto mientras se encaminaba a la puesta correspondiente, nada más abrir y Waccha ya esperaba por alguien en el umbral, moviendo la cola de lado a lado esperaba a lo que fuera que quisiera hacer. - ¿Ya llegué? - Inquirió al acercarse al felino. Era momento de responderle a su pareja. Nada más dejó la maleta a un lado y envió lo siguiente.

[SMS]: Triste es llegar a casa y que solo Waccha este recibiendome ¿sabes? *risas*. ¿Qué se supone que es eso que trae al cuello ahora, sensei? Tal vez si te apresuras en volver podamos negociar el asunto de los borrachos empleados con los que laboramos (?). [SEND]
Sujk Arkhelism
De reojo miraba el mensaje que había desplegado hacía nada, de reojo miraba la fotografía, de reojo... porque iba manejando. Qué bueno que Yuuto no iba a su lado, porque de ser así, un jalón de orejas era lo que se tenía merecido. Sonrió cuando recordó aquella vez en el cine, los primeros celos del menor salieron a flote desde ese entonces.

Se apresuró. Él menor ya estaba en casa, él estaba bajando del auto ahora y paso veloz saludó a las personas de recepción que le daban la bienvenida. Su manía de subir por las escaleras no se le iba, pero tendría que abandonar aquello muy pronto y lo sabía de sobra. Al llegar al pasillo, su respiración se agitó más de lo que hubiese esperado y se detuvo un poco para calmarse. Sí, estaba ansioso...

Carraspeó la garganta unas tres veces y entonces abrió la puerta. Waccha lo recibió, al parecer el felino había acabado de cenar, pues ahora se relamía los bigotes con gozo. — ¡He llegado! — Anunció, alzando un poco la voz para que fuese escuchado. ¿Y Yuuto donde estaba?


Yuuto Shinji
Sensei no le respondió. ¿Vendría conduciendo? La verdad era que ni siquiera se paró a pensar en la posibilidad de asomarse al estacionamiento para notar la ausencia del auto. Terminó yendo a la cocina en busca de su cereal acostumbrado, la granola con la que solía suplementar esa cena y Waccha le seguía detrás. Bien, bien, lo primero era alimentar al felino rey de la casa... Bastaba recordar el trabajo que le había costado ganarse al pelinegro para saber que ahí, pese a ser pareja de su amo, debían hacerse las cosas un poco a la manera de su mascota. Todavía rememoraba los arañazos que Waccha le había hecho en los muslos meses atrás y al condenado poco le importó la reprimenda del baterista.

Gato y humano cenaban tranquilamente, cuando escuchó la puerta de la entrada abriendose... Le jugaría una treta al recién llegado. Waccha salió huyendo y él por su parte corrió hasta el apagador de la luz... Se quedó a oscuras a la espera de su pareja... Solo con ese idiota podía hacer más al idiota todavía. Eran las cosas ridículas a las que te arrastraba el estar enamorado después de todo ¿no?


Sujk Arkhelism
No obtuvo respuesta del menor en cuando hizo su llamado de que había llegado. Curioso iba a buscar al menor cuando la luz se apagó y se quedó solamente la del pasillo, pero solo alumbraba un poco, pues más allá, estaba a oscuras. — ¿Yuuto? — Frunció el ceño de manera leve. ¿Se habría ido la luz? Era realmente extraño, no estaba lloviendo, quizá la estaban arreglando, a saber.

A paso lento fue que caminó por ese pasillo, nada se veía a su alrededor, ni señales de Yuuto, quizá y ya estaba durmiendo, no lo sabía con seguridad, igual estaba sigiloso para seguir indagando entre la oscuridad del departamento.


Yuuto Shinji
A unos cuantos metros alcanzaba a escuchar que sensei le llamaba, sigiloso se acercó hasta la puerta de la cocina... ¿Por qué era que Sujk no intentaba encender la luz del corredor? A saber, pero le parecía muy conveniente... La luz que se colaba por la ventana de la sala medio le permitía ver la silueta de su pareja, unos cuantos pasos más y su baterista parecía dirigirse hacía la recamara... Tal vez pensaba que ya estaba dormido. De puntillas y muy despacio iba midiendo su distancia detrás del otro... y cuando calculó que ya estaban en aquel pasillo en donde el otro siempre acostumbraba a acorralarle...

En un movimiento rápido le tomó por la muñeca y, tratando de no ser muy brusco, le hizo quedar de cara contra la pared... Fue con ayuda de su cuerpo con lo que consiguió inmovilizarle un tanto, sabía que su pequeña llave no funcionaría demasiado con la fuerza que el otro se cargaba. - Te tardaste mucho, Sujk-kun... - Murmuró burlezco al oído ajeno. Esa escena no dejaba de recordarle al susto que el otro le diese el año pasado en cierto hostal... a oscuras... y con un golpe en la espinilla de por medio.


Sujk Arkhelism
Estuvo a punto de entrar a la habitación, cuando de pronto alguien, o más bien, Yuuto, le tomó por la muñeca, lo acorraló contra la pared de aquel pasillo; estuvo a nada de voltearse para darle la cara pero entonces el otro le jugó de la manera más sucia posible. Tan sucia que le hizo tragar saliva con dificultad. — ¿Tardar...? — Inquirió casi con la voz ahogada. ¿Esto era alguna clase de venganza por todas las veces en que él lo había puesto en aprietos? No sabía. Tenía la fuerza para deshacer todo el agarre, pero no lo hacía porque el aliento de Yuuto chocaba de lleno contra su oído, carajo... que no viniese a provocar estragos, ni emociones que estaba que se lo llevaba el diablo. Ahora sí le haría honores a las palabras del menor.


Yuuto Shinji
¡Oh! ¡Por todos los cielos! ¿Había dejado a Sujk sin habla o era solo su imaginación? Casi se queda con la boca abierta ante esto... Pero decidió ocupar esa boca en algo más interesante. - Si... - Respondió con tono divertido, tan cerca del lobulo de esa oreja que la podía acariciar perfectamente con cada palabra. - Te hiciste una eternidad del ascensor hasta acá... - Mentira, vil mentira. Pero un carajo le importaba ahora que, teniendo un rastro de lucidez, se le ocurrió apoyar la rodilla entre las piernas de su pareja... abriendo estas en el acto, con eso al menos lo inmovilizaría un poco más. No sabía por qué hasta ahora Sujk no se había liberado... pero con esa rodilla como apoyo, sería imposible que intentase darse la vuelta ahora que le había soltado la mano para abrazarle por la cintura. - ¿No tenías dicho que me habías echado de menos? - Era momento de cobrarle dulcemente todas las tonterías que le había dejado dichas Sujk en los pasados mensajes de texto... en aquella llamada telefonica.


Sujk Arkhelism
Se encogió de hombros cuando Yuuto comenzó a hablarle contra el lóbulo de su oreja. Sí, el otro tenía maneras muy suyas para hacerlo callar, para sorprenderlo quizá. Nuevamente estuvo a punto de voltearse cuando el menor le puso la rodilla entre las piernas. Sonrió para sí mismo, el guitarrista se estaba pasando de la línea, pero era Yuuto, ese joven que se pasaba cuantas veces quisiera sin importarle poco lo que hacía. — Sí, te eché de menos... ¿A caso eso es malo, o qué? — Inquirió de inmediato. Dejaría que su novio hiciese lo que quisiese por ahora, ya vendría su venganza también, pues no pensaba en quedarse con los brazos cruzados, aunque no podía evitar el hecho de que sí, había echado de menos a su novio y estaba feliz por tenerlo de vuelta.


Yuuto Shinji
Sujk estaba enmudecido y eso no hacia otra cosa más que fomentarle la curiosidad por continuar avanzando y descubrir hasta donde era que sensei le permitiría llegar con tales atrevimientos. Probablemente la oscuridad que les rodeaba era lo que le incitaba a ser un poco más arrebatado que de costumbre. Con la punta de la nariz decidió recorrer en bajada todo el largo del cuello de su pareja... En medio de aquel abrazo, una de sus manos ya había conseguido hacerse camino bajo la playera que el otro vestía... Índice, pulgar y dedo medio se las arreglaban para acariciar circularmente el bajo vientre del baterista. - No hay nada de malo, pero te demoras en llegar como si no lo hubieras hecho... "esposa mía". - Y nada más la nariz llegó a la parte baja del cuello ajeno, se dedicó a hacer uso de los labios, besando, lamiendo un poco para ascender... besando para volver a bajar... Su mano furtiva ahora acariciaba aquel abdomen de lado a lado.


Sujk Arkhelism
Todo bien. Las caricias que el otro le hacía con la punta de la nariz, le hicieron sentirse complacido de alguna manera, la forma en que también le abrazaba, sí, todo bien... Hasta se sorprendió del hecho de que Yuuto tuviese ese atrevimiento de indagar bajo su playera, que lo acariciara así de bien mientras él disfrutaba. Pero... ese "Esposa mía", fue el que le dio la señal de "Ya basta". Hubiese dejado al menor avanzar con esas lamidas en la curvatura de su cuello, con esos besos que le sabían a gloria, pero ahora era su turno. Tan hábil como fuerte, fue que se hizo con la rodilla del menor, o más bien, empujó el cuerpo del otro, utilizando sus brazos como apoyo sobre la pared para hacer que el otro chocase contra la pared contraria de espaldas. Inmediatamente se giró sobre sus talones y se llevó la mano hasta la zona donde habían rastros de húmedos besos por parte de Yuuto. — Qué rica sensación. — Le miró fijamente mientras se acercaba, lenta y cuidadosamente, tan así hasta que logró aprisionarlo y al igual que el menor, hizo uso de su rodilla para ponerla entre las piernas de Yuuto. — Espero que tú también me hayas echado de menos... — Susurró muy cerca del rostro ajeno, pero sin quitarle la vista de encima.


Yuuto Shinji
¡Joder! Bajo su cuerpo sintió como Sujk parecía haber reaccionado en automatico, fueron los brazos de este lo que le hicieron retroceder un paso y eso fue suficiente para que el otro se liberase de su vano intento por inmobilizarlo e incluso le terminara por hacer chocar contra la pared contraria. La luz que se colaba por las ventanas de la sala le permitieron ver la extraña mirada que ahora le dedicaba el batero: Estaba en problemas... Sensei se acercaba y él estaba que le ordenaba a sus piernas moverse para salir huyendo de ahí, más estas no se movieron ni un poco. Un nudo se le formó en la garganta nada más escucharle y las opciones de escapar se quedaron como simples vestigios al sentir como le abrían las piernas. - Eh... si, algo así. - Intentó responder todavía haciendose el gracioso. Ladeando el rostro a modo de que esos labios chocasen contra su mejilla... no iba a sucumbir en caso de que intentase robarle el aliento con un beso de aquellos.


Sujk Arkhelism
Tenía a Yuuto en sus manos, lo sabía de sobra. El menor intentó hacerse el gracioso pero a él poco le importó aquello, puesto que ahora estaba mirándole fijo. Yuuto no sabía ni cómo mirarle, era un punto más para Sujk, pensaba. Sonrió ladino, aquella sonrisa le daba un pase para seguir con esas acciones, puesto que con la punta de su nariz le fue acariciando la sien de manera lenta al tener el rostro de guitarrista en otra dirección. — Di que me extrañaste... — Ordenó. Su voz salía en un susurró, pero luego una de sus manos atrapó el mentón del menor y le hizo girar la cabeza de una manera no muy amable, pero tampoco tan brusca como para que el otro exagerase. — Me gusta que me miren de frente cuando hablo. — Aún susurraba, y aprovechó que ahora el rostro de Yuuto estaba de frente para pegar su frente a la ajena, pero sin hacer amago de quitar la mano que presionaba un poco el mentón ajeno. Eran pocas las veces que se ponía demandante con Yuuto, y esa era una de esas pocas.


Yuuto Shinji
Sentía que la barbilla le temblaba del solo percibir como sensei le acariciaba con la punta de la nariz, incluso estaba comenzando a darse el lujo de restregarse un poco contra esas atenciones. Le faltaba nada por dejar pasar aquel nudo en la garganta y admitir que si, en esos días le había echado de menos como no tenía una remota idea su novio, pero de pronto... de una le tomó por el mentón y le hizo girarse hacia el frente. Los ojos de Sujk, aún en la oscuridad, se miraban más negros que la noche. Parpadeó un par de veces sorprendido... Sin afán de soltarse del agarre en el que le mantenía, ladeó muy leve su rostro, como si tratase de entender algún mensaje en las acciones que el mayor tenía para con él. - ¿Y qué pasa si me las quiero dar de rebelde? - Arrogante elevó el rostro y fue su turno de ladear una sonrisa, con ese movimiento liberó su barbilla, más sus piernas seguían inmovilizadas.


Sujk Arkhelism
Rió de manera muy leve cuando escuchó al otro, pero no era de aquellas risas que salían cuando escuchaba algo gracioso, era un risa diferente, quizá una de complicidad. Aún no respondía a la pregunta de Yuuto, se separó de ese cuerpo y así como lo hizo de rápido, así jaló al otro por la cintura para pegarlo a su cuerpo de manera agresiva, eso hizo que quedaran aún más juntos que cuando estaban contra la pared. — No te las des de rebelde que sabes que me encanta... — Susurró contra los rebordes contrarios, ya no quiso esperar a más, lo besó. Yuuto lo estaba destrozando por dentro, con unas ansias que ni él mismo se creía capaz de volver a sentir. Y es que desde hacía días que había añorado aquellos besos, los cuales le hacían estremecer el cuerpo y también el corazón.


Yuuto Shinji
Que lástima que se encontrasen a oscuras, si algo adoraba de Sujk era su manera de reír, de sonreír, de dejarle en claro cuanto era que disfrutaba de compartir tiempo a su lado. Ni siquiera se sorprendió que se hiciera con su cintura, esa que siempre describía como "esbelta y perfecta para sus brazos"; secretamente adoraba que ese par de brazos parecieran haber sido hecho para acunarle perfecto entre ellos. - Me gusta que te encante... - Susurró a penas a tiempo para entregarse a los besos que venía esperando como bienvenida desde que pusiera un pie en casa. Con Sujk era tan sencillo dejarse robar el aliento... colocar las manos en los hombros ajenos y acariciar estos con las yemas de los dedos aún por encima de la ropa. Ladear el rostro para que sus labios encajaran aún más y forzarse a mantener firme la capacidad respiratoria de sus pulmones...

Entre sus piernas sintió algo suave refregarse... El pelinegro celoso de la casa parecía hacer acto de presencia y quizo pensar que gracias a eso era que ahora sonreía como idiota al tiempo que continuaba correspondiendo a los besos con su pareja.


Sujk Arkhelism
Cuando por fin le besó, sus brazos rodearon por completo la cintura ajena, y el cuerpo de ambos se amoldó perfectamente. Le encantaba cuando se besaban de aquella manera: primero con jugueteos, retándose para ver quién cedía primero ante los encantos del otro; aunque él era impulsivo y terminaba siempre besando a Yuuto muy a su manera. Ladeó un poco el rostro para que sus bocas pudiesen encajar y luego de unos minutos, sintió como Waccha se abría paso entre los dos para reclamar atención. — Waccha... — Pronunció el nombre del felino, aún cuando seguía besando a su novio. — Ahora no... — Gruñó ante la insistencia del felino, pero sin hacer el intento de abandonar la boca de Yuuto, que despacio la besaba. Joder, que esos besos lentos eran de sus favoritos y el felino que no se quería mover de entre ellos.


Yuuto Shinji
Por lo menos Sujk alcanzaba a hablar para medio reprender a su mascota, él sentía que ya le habían robado hasta el alma con esos besos. Las pequeñas interrupciones de la boca ajena le permitieron tomar un poco de aire para recuperarse. - Aún te... - No podía evitar reírse un poco de la situación, pero ni loco se separaba más de un segundo de aquella boca que venía echando de menos cada noche de los pasados. - ... te cela. - Tal vez Waccha no dejaría de hacerlo. Como él nunca se contendría con la idea de finalmente acariciar y revolver un poco los cabellos de su pareja... esta vez se trataba de algo suave, lento, casi tan lento como la manera en que se besaban. - No es justo... - Balbuceó. El felino no desistía, él tampoco... más ahora se limitaba a los besos cortos, en los que a final de cada uno terminaba mordiendo suave el labio inferior de su baterista. - Debo compartirte con él... - Gruñó a modo de juego. - Tú no me compartes con nadie.


Sujk Arkhelism
Esos besos podían alargarse todo el tiempo que ellos quisiesen, pues al ser cortos y pausados entre palabras, les daba tiempo para recuperar el aliento. Sonrió entre beso y beso por las palabras de Yuuto. — Sabes que... — La punta de su nariz entró en juego junto con los besos pausados. — Waccha es celoso con su padre... — Otro beso más y un beso esquimal de por medio. Volvió a gruñir. — Jamás te... — Suspiró largamente, balbuceando entre sus palabras. — compartiré con alguien... — Le arrancó un par de besos más, ignorando un poco a Waccha. — Me niego, moriré de celos... — Unas cuantas caricias labiales y ya le tenía besando de nuevo, carajo... Yuuto lo tenía tan enajenado que no podía hacer nada para evitar aquello; simplemente todo se le iba de las manos.


Yuuto Shinji
Tal parecía que sensei también requería de ir recuperándose poco a poco y mientras tanto le dedicaba esas palabras de pertenencia que tanto le gustaban. - Compartiéndome... - Se hizo participe de los besos de esquimal también. Venga, que pocas veces se ponían en ese plan romántico... - O no haciéndolo... - Siempre se retaban, se molestaban... Dejarse llevar era algo que poco a poco se les iba dando más natural, más no por ello era frecuente. - Igual me celas... - Justo a tiempo, poco más y sensei no le habría dejado hablar. ¿Hum? ¿Qué era esos rasguños que alcanzaba a escuchar? Waccha parecía continuar a los pies de ambos... ¡Joder! Si no estuviera más interesado en entretenerse con la pieza del labio de su pareja, estaría que se moría de risa por darse cuenta que Waccha afilaba las uñas en los pantalones de su amo.


Sujk Arkhelism
Sí, hasta Yuuto sabía cuan celoso era, pero no podía evitarlo. El menor era esa persona que cuidaba demasiado, tan así que no permitía que nadie más lo hiciese con él; además de que, luego se ponía celoso sin pensar, así era él, pero no se podía hacer más nada porque estaba enamorado del guitarrista. Aquel que estaba besando con todo el gusto del mundo, eso hasta que sintió las afiladas garras de su mascota. — ¡Waccha! — Exclamó severo, y se apartó de Yuuto de la manera menos indicada; joder... que su mascota era un insistente celoso de primera. Suspiró largamente y tomó al felino en brazos. — Otro pantalón más que terminas agujerando. — Le regañó, y el felino hizo las orejas hacía atrás, tímido por su actitud y miró a Leda como diciendo "Tú eres mi salvación". Que no estuviese tan seguro, porque el pelinegro se había comportado un tanto malcriado.


Yuuto Shinji
Sensei le apartó para hacerse con Waccha, él por su parte aprovechó para encender la luz y mirar los pantalones de Sujk... rasguñados, agujerados. Cruzándose de brazos negaba suavemente con la cabeza. - A mi no me mires, Waccha. Si me hubieras dejado un rato más con tu amo, ahora yo estaría intercediendo por ti. - Se encogió de hombros y siguió su camino hacia la recamara, ya era hora de ponerse el pijama. - Mierda... - Masculló justo cuando estaba por abrir la puerta. - Olvidé lavar el tazón en donde estaba cenando... - A pasó veloz caminó a un lado del baterista y se fue directo a la cocina... Ya venía siendo hora de irse a la cama, pero jamás dejando el lugar en desorden.


Sujk Arkhelism
Waccha al no tener esa salvación, se hizo el desentendido, pero aún en brazos, lo llevó hasta uno de los sillones de la sala. — Listo, aquí te quedas, y nada de portarse mal. — Le dedicó algunas caricias, y el felino pareció entender así que se hizo ovillo en su lugar. Yuuto estaba en la cocina, podía escuchar que aún estaba lavando a saber qué cosa, así que se dio prisa y lo fue a alcanzar hasta la cocina, allí, el otro estuvo a punto de terminar. Le abrazó por detrás y le dio un beso de esos tronados en la curvatura de cuello. — Date prisa para que nos vayamos a la cama. — Le susurró y le soltó para luego ir a la habitación, él aún no dejaba ni la sudadera que llevaba puesta, así que debía buscar el pijama para poder dormi cómodo.


Yuuto Shinji
Solo restaba enjuagar todo y... Sujk venía a hacer todavía mejor la supuesta bienvenida. ¿Cómo quería que no le echase de menos si se ponía así de agradablemente meloso nada más llegar a casa? Tuvo que esperar a escucharlo salir de la cocina para por fin dejar escapar un largo suspiro enamorado... Colocó el tazón y la cuchara en el escurridor y luego de secarse las manos y apagar la luz se fue a la habitación en donde el otro parecía buscar su ropa para dormir. Él por su lado ya tenía el pijama en su lado de la cama. - Me quedó claro que sabes cómo extrañar a una persona, viejo... - Comentó divertido luego de cambiarse y colocar la ropa en el cesto que tenían en el cuarto de baño. Ni tardo ni perezoso fue a meterse a la cama... para frotar sus pies contra el colchón, como ya era su costumbre para "causar lastimas" y que su novio se apresurase a hacerle compañía.


Sujk Arkhelism
Para cuando Yuuto entró, él ya estaba sacando el pijama que iba a ponerse. Luego comenzó a reír quedo con las palabras del otro cuando estuvo quitándose la ropa, al cabo de unos segundos, ya se había puesto el pijama, la noche pintaba para ser fría de nuevo. Yuuto ya le esperaba en la cama, frotaba los pies con insistencia y él no se resistió a entrar de su lado para hacerle compañía. — ¿Por qué cuando cuando duermo contigo no usas calentadores? — Preguntó lo obvio solo para molestar a su novio. De inmediato envolvió los pies del menor con los propios para que así ambos entrasen en calor, y claro, también lo envolvió entre sus brazos.


Yuuto Shinji
Sujk entró a la cama, él estiró un brazo para apagar la luz de la lámpara de noche... La pregunta aquella le hizo sonreír ampliamente. - No los necesito cuando duermes conmigo. - Respondió sin darle muchas vueltas al asunto, hoy no se haría el desentendido... No ahora que el mayor era quien se encargaba de hacerles entrar en calor a ambos. - Te eche mucho de menos... - Susurró luego de cerrar los ojos. Ahora que nadie se lo "ordenaba", era bastante más sencillo de confesarlo... Además de que le hacía gracia hacer todo a destiempo de como el otro le pedía. No había bostezado hasta ahora, pero los parpados le pesaban... Había sido un día largo. - Mucho... - No le costó nada de trabajo el quedarse profundamente dormido.


Sujk Arkhelism
— Eres un tramposo... — sonrió una vez que su novio terminó de confesar aquello de que lo había extrañado. Ahora ya tenía los ojos cerrados, ni tiempo le dio de decir "Buenas noches" puesto que se había quedado al mismo tiempo que Yuuto. El sueño en verdad que era pesado y debía descansar un poco; ahora estaba mucho más tranquilo de tener a Yuuto entre brazos que tenerlo lejos.

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